lunes, 13 de febrero de 2012

La década de los 70



Nuestro querido “Polly” Bonilla, hoy comandante PNP de la Policía Nacional, nos entrega esta preciosa nota que al mismo tiempo de comprometer nuestras mentes con pinceladas de antaño, nos llama a la reflexión sobre muchas acciones y vivencias de los años 70 que muy a nuestro pesar han desaparecido como por arte de magia y que vislumbraban civismo, respeto y mucho arraigo por lo nuestro.
Guillermo Bonilla denuncia y se pregunta el porqué de ese infausto cambio de la honradez por la deshonestidad; el de la cortesía y amabilidad por la malcriadez; el vivir en medio de la confianza por la inseguridad y la sensación real de ser víctimas de alguna acción criminal.
Ojalá este artículo sirva además para incrementar el deseo mayoritario de miles de monsefuanos que piden el retorno del comandante Bonilla y nos encamine a esos años perdidos, a esos inolvidables momentos que los cuarentones y cincuentones decimos a nuestros retoños, pero que ellos lo toman como una utopía.

El editor : Luis A. Castro

Por:Guillermo Bonilla Arévalo
Añoro la década del 70, aquel momento de mi niñez y adolescencia llena de felicidad y recuerdos perdurables.
A las siete y treinta de la mañana salía rumbo al colegio, eran más de diez cuadras de caminata, todo un tours lleno de espectáculo imborrable. Las calles sin asfaltar pero bien barridas por las mamás que salían religiosamente desde las primeras horas de la mañana para tener su primer encuentro con sus vecinas y enterarse de las novedades familiares. Saludaban a todos los que pasaban sin dejar de mover con destreza la escoba para terminar con un salpicado de agua, dejando un morrito de tierra que luego el carretillero se encargaría de recoger. Las puertas de las casas siempre estaban abiertas como signo de bienvenida y confianza; al mismo tiempo, las tejedoras de sobreros y telares iniciaban su ardua tarea sin dejar de observar quien pasaba. Todo esto iba quedando grabado en mi mente, para después de tres décadas recordarlas como si fuera ayer.
Cuando salía al recreo, los pocos útiles que llevaba al colegio se quedaban sobre la carpeta, nada se perdía. El closet lleno de juguetes terminaba todo en su sitio como si nada hubiera pasado, los sentía como míos, pues eran míos y de mis demás compañeros. Así nos educaron las monjitas. Mucho amor y respeto. No había televisor, internet ni celular, pero estábamos conectados. Todos nos conocíamos y nos mirábamos a los ojos. En nuestras casas, comíamos juntos en una sola mesa bajo la autoridad de nuestros padres.
Muchas de estas cosas se han dejado de hacer o simplemente no existen. Las calles están asfaltadas pero no las sentimos nuestras, pareciera que no tenemos vecinos; nuestras puertas no solo están cerradas sino que las hemos asegurado. Ya ni sabemos el nombre de los que recogen la basura, las tejedoras han desaparecido, no podemos dejar ni los lapiceros en las carpetas porque se pierden y el plato de comida lo llevamos al dormitorio para no perdernos un capitulo de alguna telenovela que nos adormece la mente y el alma. Solo falta perder la vida.
Donde está la confianza que nos costó tanto esfuerzo, donde está la década del 70 que tanto añoro. Por favor la quiero de vuelta para no sentirnos tan inseguros.

16 comentarios:

  1. QUE HERMOSA MANERA DEL COMANDANTE BONILLA DE HACERNOS VER LA REALIDAD DE NUESTRO QUERIDO MONSEFU. ES HORA QUE TODOS NOS PONGAMOS A TRABAJAR Y EXIJAMOS A LAS AUTORIDADES ACTUEN DE MANERA TRANSPARENTE DANDO EL EJEMPLO, EN ESPECIAL A FAVOR DE LA NIÑEZ QUE TANTO NECESITA.

    ResponderBorrar
  2. En efecto, es una interesante forma de hacernos reflexionar.
    Saludos,
    El editor

    ResponderBorrar
  3. Un relato lleno de nostalgia por ese pasado tan hermoso que vivimos. La modernidad nos ha convertido en seres individualistas, sin interés por el bien comunitario y hasta paranoicos.Comparto contigo esas emociones y esos recuerdos que no volverán.

    ResponderBorrar
  4. Hola Lucho, no es quizas la primera vez que el señor Bonilla nos hace ver nuestra realidad. Cuando el estuvo de Comisario en Monsefu, trabajo de la mano con los ciudadanos y demostro que si se puede hacer un trabajo en favor de toda la colectividad y sobre todo rescatando nuestras costumbres y tradiciones y no solo en la ciudad sino que tambien lo hizo con los pobladores de los cacerios. Lamentablemente, este estilo de trabajo los que lo sucedieron como comisario y las mismas autoridades no lo continuaron, quizas por celos o por ignorancia, pero al final los perjudicados somos todos nosotros en especial los niños. Pero no es tarde, para retomar el camino correcto.

    Felix TULLUME

    ResponderBorrar
  5. Yo no estuve en ese tiempo por la santa tierra, pero mucha gente amiga hizo comentarios a favor del trabajo de Guillermo como jefe policial.Y eso es lo que necesitamos, una labor cívica-policiaca para enfrentar los retos de la modernidad en MONSEFU.
    Gracias por su comentario,
    Luis Castro

    ResponderBorrar
  6. Guillermo, muy buena tu crónica. Como tu sabes, en nuestro pueblo siempre han sucedido cosas hermosas, como la llegada de las congregaciones de monjas, curas y hermanos; tambien de la llegada de numerosas familias de buen prestigio y que han hecho mucho por Monsefu. Cuando llegastes como jefe de la comisaría hicistes un gran trabajo de manera honesta pero lamentablemente las cosas buenas no son valoradas en su real dimensión por nuestros paisanos y en especial por las autoridades. Todos esperamos que las cosas cambien lo mas pronto posible. Gracias por estar siempre pendiente de lo que pasa en Monsefu.

    Margarita Efio Puicon

    ResponderBorrar
  7. Muchas gracias por su comentario Margarita.
    Guillermo es honesto a carta cabal y usted ha graficado su labor policial y las razones por las que debe volver a la posición que muchos miles de monsefuanos reclaman y anhelan.
    Saludos,
    Luis

    ResponderBorrar
  8. q lindas palabras ! q lindos recuerdos ! q buen trabajo!!!!! todo el pueblo de Monsefu valora tu esfuerzo y tu empeño te quieren mucho, ojala existieran personas como tu, te involucras tanto en tu trabajo con el unico proposito de hacer el bien y ver el progreso de Monsefu, todos nosotros estamos orgullosas de tener un hermano como tu, q lindo seria q volvieras a Monsefu a poner en orden lo q esta desordenado .....

    ResponderBorrar
  9. Muy lindas tus palabras Noemí.
    El hecho que seas hermana de Guillermo no desacredita tu comentario porque es igual al pensamiento de miles de monsefuanos que recuerdan con simpatía el trabajo del comandante PNP Guillermo Bonilla en la comisaría monsefuana.Su labor no estuvo limitada a la función policial sino que a su vez hizo un trabajo cívico encomiable.
    Luis

    ResponderBorrar
  10. Una gran verdad descrita por un verdadero monsefuano. Hace muchos años que venimos siendo victimas de robos, asaltos y desorden en nuestro distrito y siempre estamos buscando culpables, cuando los verdaderos responsables de todos los males que lamentablemente tiene Monsefu, somos nosotros mismos y en especial nuestras autoridades. Entonces, la solución de nuestros problemas esta en nuestras manos y le doy la razón al señor Guillermo cuando nos dice que añora la década del 70, donde aun existía el respeto con los demás y autoridades que trabajaban buscando el bien común sin esperar nada a cambio. Hoy pareciera que nos hemos olvidado del pasado sobre todo de sus buenas costumbres para pasar a ser indiferentes con nuestros vecinos.

    ResponderBorrar
  11. La crónica de nuestro amigo Guillermo tiene muchas aristas, pero todas ellas se concatenan en una sola idea:lo bien que vivíamos entre vecinos,con respeto y mucho sentido común. Incluso -recuerdo- las puertas permanecían abiertas porque la honestidad se podía olfatear a leguas.
    Gracias por su comentario Julio.
    El editor

    ResponderBorrar
  12. luchito,no se donde te encuentres,pero siempre te deseo lo mejor ,yo tambien fui parte de la historia de esa linda tierra de monsefu,cuando integre la seleccion de futbol de monsefu para poder construir el estadio que estaba en la av.venezuela un abrazo david serrano

    ResponderBorrar
  13. David...es muy gratificante saber de tu persona. Un abrazo mi amigo.Usted fue uno de los futbolistas que ha dejado muchos recuerdos por su calidad en los campos. Dios te bendiga,
    Luis
    PD. En la columna Acerca de mí puedes encontra mi e-mail. y puedes escribirme.

    ResponderBorrar
  14. Me causo una enorme emoción recordar el pasado de nuestro pueblo y me preocupa de sobre manera como los problemas pueden causar daño al progreso. Las autoridades tiene la palabra y deben preocuparse por rescatar las cosas buenas. Yo nacie en el campo y lo primero que nos enseñaron fue a respetar a las personas mayores y ellos celosamente nos cuidaban. Los rateros eran conocidos, pero parece que estos malos habitos estan ahora en los que deben de dar el ejemplo. Por otro lado, tuve la suerte de conocer al comisario Bonilla, creo que nos dejo un enorme ejemplo de como debe trabajar un funcionario publico, y que cuando fue cambiado nos dejo un gran vacio que nadie a podido llenar.

    ResponderBorrar
  15. Hay hermano mucho que hacer...así reza una frase literaria muy popular. Y efectivamente José, las autoridades de Monsefú tienen la palabra.
    Respecto a Guillermo Bonilla, comentarios como el suyo no hacen más que corroborar sus dotes de persona y profesional. Es un policía que nos enorgullece, su trayectoria es impecable.
    Saludos,
    Luis

    ResponderBorrar