domingo, 8 de septiembre de 2013
Nuevas luces sobre el origen de Jesús Nazareno
El 14 de Septiembre Monsefú viste sus mejores galas para rendir homenaje a su santo patrón, la efigie de Jesús Nazareno Cautivo.
Esta celebración se remonta muchos años atrás, y la fecha exacta de su entronización y las circunstancias de su aparición colindan con el misterio, están ligadas a atávicas leyendas que estimulan patéticas reacciones entre su creciente feligresía.
Cuando daba mis primeros pasos en el mundo de la investigación afirmé algunos datos históricos sobre el origen de nuestro patrón en un folleto que resultó un mamarracho de edición por yerros en la trascripción de cierta imprenta chiclayana. Ahora pretendo lavar la cara a ese ensayo y aportar datos frescos, exclusivos, conseguidos de fuentes fidedignas, de investigadores y académicos españoles con dilatadas indagaciones en religión, religiosidad y temas inherentes al catolicismo.
El abundante material gráfico, copias de documentos y la información revelada por varios de mis entrevistados allá, en la Madre Patria, dieron muchas luces y serán publicadas el próximo año en un libro que ya estoy trabajando. Muchas de las afirmaciones que hice y que sirven de base para trabajos de estudiantes e interesados en la historia del Nazareno las sigo sosteniendo, excepto la fecha en que apareció por las playas santarroseñas y su entronización.
Lo que no deja de asombrarme es la creciente feligresía a la imagen nazarena no solo en España ( Madrid, Sevilla, Toledo, Salamanca, Alcalá de Henares, Málaga, Granada, Córdova, Valencia, Alcázar de San Juan), sino también en Italia, Argentina, Chile, Rusia, Colombia, Madagascar, Polonia( Lvov, Beresteczko, Orsza, Brahilow, Vilna, Kamieniec, Podolski), México. Francia, Suiza.
Es casi probable que nuestra efigie haya sido elaborada en un taller de Sevilla, ciudad española donde se concentraron los mejores artistas de la época y de acuerdo a documentos, es ahí donde los representantes de la Iglesia Católica encargaron la preparación de imágenes que distribuyeron en América. Intento confirmar si nuestro santo patrono fue trabajado por Juan de Mesa, Francisco de Ocampo ó Luis de Peña.
Jesús Nazareno Cautivo de Monsefú es también distinguido en el mundo como Jesús Nazareno Rescatado, el Cristo de Medinaceli, el Santísimo Nazareno Redentor, El Rescatado Jesús Nazareno, Jesús del Rescate, Jesús Divino Redentor Rescatado, Jesús Redentor, Jesús el Pobre, Jesús Nazareno “El pobre”, Jesús de la Humildad.
Llevar fotografías de nuestro Santo Patrón y compartir con los investigadores acerca de nuestra feria del 14 de Setiembre despertó interés y es probable que algunos de ellos viajen a Monsefú para saber un poco más de la imagen, que en esta oportunidad recibirá la visita del santo madero de la “Cruz de Motupe”.
Dada las condiciones que vive nuestra ciudad es vital la participación de los verdaderos monsefuanos para salvaguardar la seguridad de los miles de visitantes. Que cada uno de ustedes se mimetice en la ciudad y abra los ojos para erigirse en verdaderos guardianes celosos de los feligreses que llegarán de todo el Perú, de América y de Europa. Nuestra ciudad está en boca de los ciudadanos del mundo y si nuestras autoridades “brillan por su ausencia”, todavía hay monsefuanos que soñamos con una ciudad retando a su destino.
Mi afecto para los integrantes de la Hermandad Mayor y reciban el saludo de sus pares, especialmente de Madrid, Salamanca, Sevilla y Toledo.
Con la bendición del Nazareno Cautivo, Monsefú seguirá adelante pese a las afrentas que recibe. ( Luis A. Castro)
sábado, 27 de julio de 2013
Un reencuentro… en la Madre Patria
España es un país que por siempre está vinculado a nuestro Perú. La historia, la religión y el idioma de Cervantes nos unen tanto que los 9,517 kilómetros entre Lima y Madrid resultan escasos, adyacentes. Y hasta ese país ibérico viajé para culminar mis estudios, pero también acudí para abrazar con ansias a cuatro de mis hermanos, varios de los cuales no veía hace trece años.
Fue un reencuentro lleno de emociones a la que también se unieron algunos sobrinos y otros parientes quienes con sus abrazos y gestos llenos de cariño, confirmaron por qué en Europa y los Estados Unidos nos tienen una sana envidia, por ese sentimiento familiar que nos permite mantener vivos esos vínculos, y que por siempre y para siempre los hermanos serán eternamente hermanos para ayudarse, cuidarse y amarse.
Rubén, Rosita, Augusto y Federico trabajan a lomo partido para sacar adelante sus familias. A ellos la crisis de España los ha hecho redoblar esfuerzos y renovar el reto de seguir bregando por un mejor futuro, aquel que les resultó esquivo en nuestro país. Ellos, al igual que yo, vivimos lejos de nuestro pueblo de Monsefú, nuestra pintoresca ciudad que nunca olvidamos, porque estamos orgullosos de nuestros orígenes.
Vivir por un mes en España significó la finalización de unos estudios de posgrado que inicié hace un año desde mi apartamento en la tierra del tío Sam. La magia de las comunicaciones, llámese internet, nos brinda ciertas flexibilidades cuando pretendemos seguir mejorando nuestro currículum vitae.
Y ese título otorgado por la Universidad Pontificia de Salamanca va para mi familia y va para mi Monsefú, no para satisfacer un ego, sino para demostrar que en medio de las vicisitudes de la vida se pueden conseguir logros cuando las intenciones jamás sufren mediatización, cuando reconocemos que somos más fuertes que cualquier lacra, esas que cada vez acechan y atropellan a nuestros jóvenes.
Ahora mis lectores saben la razón de mi larga ausencia, y por eso pido disculpas, y al mismo tiempo reafirmo mi compromiso de seguir escribiendo este blog.
Cuando recibí el nuevo título vino a mi memoria la imagen de mis padres, miré de reojo a mis hermanos Rubén y Federico, presentes en mi graduación; pero también recordé a mi Monsefú, al extinto profesor Dante Salazar, quien nunca apañó el hecho de ser hijo del dueño de la escuela. “Si quieres ser alguien, debes valerte por ti mismo”, me dijo mientras golpeaba mi mano con la palmeta. Y claro que recordé al profesor Max Túllume y a la profesora Vilma Custodio quienes se encargaron de aleccionar mi mente por las letras.
Y los 9,517 kilómetros de distancia se hicieron cercanos para evocar a mi hija Grecia y a mi esposa Sandra; y decir va por ti hermana Rosa, quien no obtuvo licencia para estar a mi lado y quedó sin estrenar su vestido rojo que compró para mi ceremonia de graduación.
España es un lindo país, convive con la crisis, pero su gente se da tiempo para irse de “tapas” (tomar vino y cerveza en medio de muchos aperitivos que brindan los restaurantes) en esas largas noches que empiezan cuando se oscurece el ambiente, algo más de las diez. Que tal hábito de los madrileños, se van de farra cuando mis campesinos de Monsefú están en su medianoche; hacen la siesta a las tres de la tarde, adoran a sus imágenes y se muestran eufóricos al recordar que en su territorio nació el idioma del que nos sentimos orgullosos, y que en breve será la tercera lengua más hablada en el mundo.
España me permitió también ver al primo Miguel, un monsefuano que tuvo ciertos destellos como camarógrafo en un canal de television limeño, y que me ha prometido reverdecer laureles en la tierra de Miguel de Unamuno, Gustavo Adolfo Bécquer, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Federico García Lorca, Antonio Machado; y también de equipos de fútbol como el Real Madrid y el Barcelona.
Entre golondrinas y un clima que bordea los cuarenta grados, entre castillos feudales y fortalezas que evidencian que en la Península Ibérica medieval hubo una simbiosis, donde convivieron personas de tres religiones y tres culturas diferentes: musulmanes, cristianos y judíos, les deseo a cada uno de ustedes mis queridos lectores, FELICES FIESTAS PATRIAS.
(Luis Castro )
sábado, 29 de diciembre de 2012
Todavía soñamos con un mejor Monsefú
Escribe: Luis A. Castro
Se acaba el 2012. Un año que para mi gusto deja a Monsefú en medio de sinsabores y ajetreos, sueños truncados y un dechado de decepciones. Pero dentro de esta vorágine de chascos podemos aún rescatar algo de qué sentirnos orgullosos, algunos hechos que no podemos soterrar, pues brillaron con luz propia.
Al borde del paroxismo antes tanta inseguridad, la gente salió a las calles y protestó. Entonces nuestra alcaldesa reaccionó al igual que sus colaboradores y por lo menos hay un atisbo de solución, un hálito de calma en estas fiestas de fin de año. Han disminuido los robos y la policía ya aparece por las calles buscando amainar el temporal. Pero como algún sabio dijo,” hay hermanos mucho que hacer”.
Monsefú siempre estuvo muchos metros adelante de otras ciudades en el norte del país por su historia, sus tradiciones, sus comidas y del profesionalismo de sus ciudadanos. Y mientras la alcaldesa decepcionaba, el plan maestro paralizaba y las aguas servidas y grandes cerros de tierra se confundían con un patético tráfico de mototaxis, muchos hombres y mujeres oriundos de la tierra de Diego Ferré hicieron su parte para decirnos en medio de despatarrados inconvenientes porqué debemos sentirnos orgullosamente monsefuanos.
Simbólicamente me saco el sombrero y con panegírico gesto saludo al doctor Francisco Farro Custodio, una voz autorizada a nivel nacional en el ámbito educativo, quien acaba de publicar un libro para que la comunidad universitaria del Perú se actualice y asimile los cambios.“Planeamiento y gestión estratégica para universidades competitivas”. De mismo modo al ingeniero electrónico, catedrático y consultor internacional, Manuel Casas, quien ocupó el primer lugar en el Perú en un concurso sobre “Aplicación en eficiencia energética”.
El comandante PNP Guillermo Bonilla hizo su parte, es nuestro héroe que el Perú reconoce y que la revista “Caretas” publicó su foto en portada por ser un baluarte en lucha antisubversiva. Es un policía digno, un ejemplar detective.
Aplaudo el tesón del ingeniero Angel Pejerrey para sacar adelante la cultura. Junto a un puñado de personas trata de consolidar el proyecto que permita un nuevo edificio para la biblioteca de Monsefú. Elogio la perseverancia del comité pro-cuerpo de Bomberos.
El 2012 también nos dio ratos buenos, momentos de enternecimiento con aquellas jornadas protagonizadas por ex alumnos de los colegios “Diego Ferré Sosa” y “San Carlos” con ocasión de celebrar sus claustros educativos 50 años de fundación, sus Bodas de oro.
Contemplamos con felicidad aquellas jornadas médicas que organizaron las personas que hacen periodismo en Monsefú para ayudar a personas necesitadas, a menesterosos que también recibieron algunos víveres.
Nuestra gratitud a las agrupaciones musicales como “Grupo 5 “, “Hermanos Yaipén” y “Candela”. Especialmente las dos primeras que durante sus presentaciones internacionales ponen muy en alto a su terruño. Siempre que se identifican expresan con orgullo que son orquestas monsefuanas.
En el ámbito educativo las palmas para los colegios “Carlos Weiss” y “San Pedro”. Mi aprecio para Juan Elmer Caicedo, un amigo de infancia que ayudaba a su familia vendiendo helados y ahora es un obstinado paladín de la educación, un profesor que piensa en sus alumnos las 24 horas del día.
Me despido hasta el próximo año, deseando que las radios dejen de propalar una abusiva tanda publicitaria de más de diez minutos, que nuestra población se comprometa más con el tema de seguridad ciudadana, que dejemos de arrojar basura a las calles, que el Fexticum empiece a prepararse con antelación y que los propietarios de restaurantes constituyan una asociación para priorizar un mejor trabajo con los clientes y turistas.
Nuestra ciudad ha cambiado, parece cosmopolita, veo caras nuevas, mucha gente foránea que transita por las calles. Entonces los auténticos monsefuanos debemos dar el ejemplo para que los nuevos peruanos que han adoptado a Monsefú como su tierra, sepan lo que es amar a este pedacito de terruño con altísima ascendencia a nivel nacional.
Hasta otro momento, y recuerden lo que dijo Alfredo Tennyson:“Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza”
lunes, 5 de noviembre de 2012
Monsefú vive entre el miedo y la desesperanza
Escribe: Luis A. Castro
Cuando estaba a punto de iniciar mis actividades cotidianas, la comunicación internacional de un amigo me alertó de la presencia de la alcaldesa de Monsefú y su primer regidor en un programa de “Radio San Juan” para hablar sobre el tema de moda, seguridad ciudadana. Entonces me conecté vía internet con esa emisora y… ¡Oh milagro! , lo conseguí, pude escuchar unos cuarenta minutos de esa entrevista radial y confirmé algo que es un pregón popular: carecemos de autoridades preparadas y con liderazgo, y que no se puede disfrazar la improvisación con un poco de entusiasmo.
La alcaldesa se mostró como una estadista, se vendió como una autoridad conocedora de la administración municipal y una erudita de los reglamentos de la Ley 27933 que tipifica los pormenores de la Seguridad Ciudadana en el país. Pretendió dar cátedra de lo que acontece con la violencia en todo el territorio nacional y de esa forma, minimizar lo que ocurre en nuestra querida tierra.
Por su parte, el regidor y teniente alcalde José Puicón, que días antes propulsó un conversatorio para estimular el nacimiento de una policía privada, destapó sus falencias y se comportó como un “niño malcriado”, una personita que es abogado de profesión, pero que debe aprender a ser tolerante y manejarse con mayor criterio.No puede estar amenazando con retirarse de la cabina radial en reiteradas ocasiones.
Un día antes, estuve dialogando con muchos amigos monsefuanos y me afirmaron que me había quedado corto con esa relación de robos y atracos a mano armada que revelé en mi anterior entrega, que ahora hay violaciones a indefensas mujeres, que existen diariamente llamadas telefónicas a propietarios de pequeños negocios, a quienes se les extorsiona con sumas dinero a cambio de su tranquilidad, que el miedo se ha generalizado como una oscura capa grisácea y que incluso a humildes campesinos les queman sus cosechas si éstos no pagan “cupos”.
Y entonces la preguntan es… ¿existen policías en Monsefú?. Por supuesto que sí, unos hacen su trabajo, capturan criminales y las autoridades judiciales se encargan de bajarles la moral al dar libertad en un abrir y cerrar de ojos a los mozalbetes. Otros policías sí están involucrados en la corrupción y para mala suerte tienen como jefe al mayor PNP Hubert Carhuaz, quien lejos de hacer su trabajo se dedica a enamorar jovencitas y asegurar que los periodistas son “sensacionalistas “ y escandalosos.
Durante la entrevista, que no pude escucharla en su totalidad, discerní además que nuestra alcaldesa piensa que el tema de Seguridad Ciudadana tiene una solución a mediano plazo, como si ella no hubiera vivido en carne propia la presencia de criminales armados alrededor de su casa. Y su regidor, su enemigo declarado, opacó su pasión por Monsefú con esa vehemencia propia de su inexperiencia. Tocar el tema del Fexticum con Felipe Vallejos es ,señor Puicón, harina de otro costal ,usted perdió un invalorable tiempo para demostrar que su afán de acabar con la violencia solo son fogonazos de pasión. Pero lo felicito por iniciar un camino tedioso, lleno de espinas y escabroso, que muchos dicen apoyar, pero que amainan cuando se trata de poner el pecho por Monsefú.
Toca hacer un comentario sobre la presencia de empleados ediles en el seno de la emisora radial. Tal vez era la fanfarria de la señora Rita Ayasta, pero eso,alcaldesa, es inadmisible. Aparentemente ella tuvo un encuentro no feliz con el periodista Erwin Huertas porque él no es proclive a sus encantos y empezó la entrevista sesgada, casi a punto de llorar.
Usted señora alcaldesa, pidió, rogó a la ciudadanía involucrarse en los problemas de la ciudad. Y yo le ruego de todo corazón sacarse la careta de la hipocresía y la altanería. Así como solicitó que “la prensa juegue un papel importantísimo” contra la violencia, también le insto a mostrar su liderazgo para apagar el fuego de la violencia.
Señora Rita, la violencia no es para mañana…es para hoy. Por favor entienda que no puede jugar con cálculos políticos, la criminalidad existe, el miedo cunde y es más que cualquier otra mediática obra que quiera cumplir. Pida ayuda, reúnase con ex alcaldes y tome con cordura los sanos consejos. Estoy a su disposición si lo cree conveniente. Monsefú está por encima de cualquier discrepancia.
No sé donde están los Bartra, no entiendo porqué no aparece mi buen amigo Angel Pejerrey, desdeño la pasividad de los dirigentes del club social “Monsefú” de los residentes en Lima, me apena la escasa presencia de muchos declarados monsefuanos, pareciera como que la inanición ha hecho mella. Si no hacemos algo y urgente, vamos a terminar en manos de la criminalidad. Mi agradecimiento a los periodistas –ellos saben quienes son- por ser portavoces de un pueblo que no tiene voz, de ese pueblo que al mismo tiempo tiene que ser más coherente con la solución de sus propios problemas.
Me despido con una frase de la alemana Ruth Renkel: “ Nunca temas a las sombras. Sólo constituyen el indicio de que en algún lugar cercano hay una luz resplandeciente”.
martes, 23 de octubre de 2012
El crimen empaña los 124 años de Monsefú
Por : Luis Castro Gavelán
Andar por las calles de Monsefú ahora representa un peligro. Ese sosiego y facilidades que te otorgaba mi pueblerina “ciudad de la flores” ya han desaparecido. “Abre los ojos”, “Ten cuidado”, son algunas de las frases que suelen decirnos nuestros parientes cuando saben que estamos próximos a salir a las inseguras arterias. Otras abnegadas madres, un poco más preocupadas nos echan la bendición y exteriorizan…¡Quė Dios te bendiga!.
Es que los nuestros ya columbran alguna vicisitud porque nadie…así como lo leen, nadie está exento de ser víctima de alguna maldad, de algún acto criminal en las inseguras calles de mi otrora apacible ciudad.
A Rosita Yeckle, una dama de monsefuana, casi la despojan a las seis de la tarde de su celular cuando transitaba hacia su casa. Pretendió pedir ayuda, gritó hasta la saciedad, pero nadie la auxilió, intentó comunicarse con su esposo para que venga en su amparo pero una trifulca gigantesca la hizo desistir. “Era un enfrentamiento con piedras, palos, botellas y cuanta arma contundente se arrojaban vándalos ensangrentados y borrachos. Si mi esposo hubiera pasado por ese lugar para venir a salvarme, habría de seguro recibido algún impacto dañino”, por eso preferí que no venga y sola me las arreglė”, dijo esta mujer totalmente traumada.
La ola de robos, de ataques sorpresivos con cuchillos y armas de fuego ocurren por doquier. A toda hora. Josė Elías, el conocido “Pepe” Elías fue asaltado en su casa y los malhechores se llevaron enseres por más de 25 mil soles. El equipo de cómputo- 54 laptop- del colegio “Jorge Pisfil” de Callanca, donado por un benefactor, terminó en manos criminales que redujeron y maniataron al vigilante; y ahora los estudiantes no tienen sus herramientas modernas para estudiar. Cuatro asaltantes premunidos de pistolas robaron en el grifo de Monsefú a las ocho de la noche golpeando a la administradora Rosa Llontop. Dos delincuentes encañonaron a Anthony Cornejo entre Sucre y Diego Ferrė, lo golpearon y quitaron su celular. Dos desalmados ingresaron en horas de la mañana a la tienda de la anciana Antonia Gonzales Chavesta de 70 años, la secuestraron, ataron de pies y manos, y despojaron de dinero en efectivo y otras pertenencias por un valor de veinte mil soles.
Puedo seguir con una innumerable cantidad de latrocinios sucedidos en Monsefú y me pregunto. ¿Hay autoridades?. ¿Existe un plan de seguridad ciudadana?. Es consciente de esta situación la señora Rita Ayasta?. ¿Todavía hay una comisaría en Monsefú?.
Incluso se habla que ahora hay puntos de venta de drogas, que el clima de desconfianza es tal que muchos monsefuanos han optado por irse a otros lugares, no por necesidades de trabajo, sino como consecuencia de ese ambiente carroñero, por esa desesperanza y desánimo.
Amigos periodistas en Lima me han dado nefastos datos estadísticos. Monsefú figura dentro del mapa rojo de la criminalidad. En apenas un año y medio los índices han superado el 327 por ciento. Así como lo leen, trescientas veces más .
Las denuncias están hechas y con mucha antelación, pero pareciera que algunos se benefician con este ambiente hostil en la población. Por eso me pregunto, vale la pena celebrar los 124 años de Monsefú con festejos, actividades de entretenimiento y sin priorizar una urgente atención a un hecho crudo y real que nos quema las entrañas?
La violencia acrecienta y es menester tomar el “toro por las astas”. Mi llamado es a unirnos, a tomar activa participación. Si nuestras autoridades quieren revertir esta nefasta gestión que vienen cumplimiento, bienvenidas, todavía están a tiempo para cambiar la historia de sus desventuradas vidas. Mi pedido es a los empresarios de restaurantes, a la asociación de artesanos, a los propietarios musicales de “Grupo 5” y "Hermanos Yaipén”. Ellos pueden dar un soporte económico en la medida de sus posibilidades para vigorizar a los “ronderos” o dar nacimiento a una “policía privada” para cuidar la ciudad. Nuestras alicaída Policía Nacional debe saber que nosotros sí tenemos cojones para combatir el crimen.
La población en general debe compeler con civismo. Así como antes hacía labores de voluntariado a través de las fabulosas “mingas”, ahora debe salir con pitos, buenas varas de membrillo y mucho coraje para arremeter contra esos pérfidos que vienen de conocidos villorrios de Chiclayo para delinquir.
La seguridad ciudadana nos compete a todos, es una álgida tarea que no puede ser postergada, a todos nos atañe escarmentar a esos criminales, hacerlos sentir que somos hijos de Diego Ferré, que nadie nos regala nada y que lo poco que tenemos lo hemos conseguido con sacrificio, lágrimas y sudor.
Mi llamado es también para el Centro Social Monsefú, de los residentes en Lima. Vayan, visiten y confirmen que mi denuncia es veraz. Mi solicitud alcanza a las personas que como comunicadores sociales en Monsefú corroboran cada día esta ola de hurtos y pillajes, a ellos los insto a unirse, a convertirse en protagonistas, en intérpretes de una población que clama por justicia y paz, pero que carece de portavoces.
Por mi parte, estoy listo para unirme a los legionarios que desean erradicar la delincuencia. Vamos a poner unas cuantas cámaras de vigilancia en sitios estratégicos y descubrir a los malhechores e incluso policías corruptos. Tenemos que sacudirnos de este flagelo.
Los dejo con una frase de Bern Williams: “Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza”.(LCG )
martes, 2 de octubre de 2012
Tributo al Cosmonsefuano Alfredo José Delgado Bravo
Monumento al poeta monsefuano.
Escribe:
Luis A. Castro Gavelán
Monsefú fue su cosmos, y su madre aquel piélago eterno de inspiración. Fue el trovador eterno, el cantor de las campiñas, del Nazareno Cautivo y de nuestro costumbrismo. Pero también fue el poeta que encandiló con su verso recordando a su madre, su preceptora e inspiradora, en medio de su aflicción.
Esta disimilitud la tuvo en su arte literario nuestro vate monsefuano Alfredo José Delgado Bravo, cuya obra ha cruzado fronteras y a quien recuerdo en esta crónica como un póstumo homenaje a cuatro años de su defunción, acaecida un 3 de octubre del 2008.
Algunas veces, en mi época de adolescencia, lo observé caminar pausado por la avenida 28 de Julio, y no porque era tardo, sino porque este rapsoda de tamaño regular y rostro atezado, solía andar y leer a la misma vez, como tratando de ganarle tiempo al tiempo.
Nació un 4 de marzo de 1,924 y su madre, doña Carmela Bernarda Bravo Bravo, decidió escoger su nombre. Y le puso Alfredo, como su esposo y padre de la criatura; y José, en homenaje al compañero de la Virgen María, que tuvo por oficio carpintero, como lo era el progenitor.
Desde muy niño fue un dechado de educación y respeto, y tal vez eso influyó para que su madre lo llevara desde niño a la caleta Santa Rosa, lugar donde ejercía la docencia. Y mientras la autora de sus días daba clases, él paseaba a orillas del mar. Por eso – cuando adolescente- su mamá le regaló una italiana máquina “Olivetti”, él dejó los papelitos fortuitos y lapiceros de tinta china; y echó a andar esa vena artística que lo hizo ganar muchos premios y el reconocimiento del Perú literario. La casa Ruana, Las horas naturales, Historia íntima de la tierra y el mar, Canto Labriego junto al mar; son algunos de sus poemarios, pero muchos se identifican con el soneto “Mi vestido marinero”, donde evidencia su atávico estilo, la sutileza de su expresión y ese límpido mensaje.
Egresado de la universidad de San Marcos, Lima, Delgado Bravo alternó con los representantes de la literatura peruana de los 50 y los 60. Siempre se dedicó a la docencia y se casó virtualmente con las letras. Sus segundas nupcias fueron con una fémina chiclayana,pero monsefuana de corazón, doña Alicia Elías, a quien cortejó alrededor de 10 años a través de cartas, cuando él, por motivos de trabajo, tuvo que radicar por mucho tiempo por Ica.
Doña Alicia fue el amor de su vida. Las románticas misivas tuvieron eco y ambos contrajeron nupcias. Su esposa aceptó esa implícita atadura de Alfredo José con la literatura y con ella, -por supuesto- y de ese vínculo nacieron Iván, Magali, Alicia Carmela, Dulce María Bernarda y Erika.
“Fue un padre a todo dar. Su presencia, su buen humor y ese optimismo siempre se constituyeron en el sello de su personalidad. Le gustaba leer mucho y ostentaba una biblioteca que cada mes se incrementó con ese presupuesto que él hacía para su familia y sus libros ”, recuerda con cariño Alicia Carmela, una de las hijas del vate y con quien hablé a través del hilo telefónico después de muchos años, tal vez la edad de Cristo.
Como padre fue juguetón, consentidor y apenas llegaba de dictar clases se sacaba el saco, se ponía cómodo y gritaba algo así como …el torooó , el torooó…y esa era la señal , y entonces sus hijos debían esconderse y él empezar a buscarlos, mientras doña Alicia decía…frío, frío; o tibio y caliente, conforme Alfredo José se acercaba o alejaba del objetivo oculto. Todo terminaba en fraternales abrazos y besos.
Tenía predilección por inspirarse durante la madrugada. A esa hora se escuchaba el tecleado de su “Olivetti”, pero sus hijos ya estaban habituados con ese singular sonido y seguían durmiendo. El poeta César Vallejo fue uno de sus estímulos, pues coincidía con él en eso que “el tiempo y la muerte son inmortales”; pero también le gustó la obra del escritor ruso León Tolstói , ese que decía “canta a tu aldea y serás universal”. Entonces puso su pluma al servicio de Monsefú, su pedazo de terruño , su mundo, su cosmos… su Cosmonsefú, como finalmente denominó a la “Ciudad de las Flores”.
Junto a mi padre hicieron “Bolondrones y socotrocos”, esa temida columna periodística que ningún político o personaje se salvó. Ellos “tomaban el pelo” a diestra y siniestra, con un humor fino y pulcro. También escribió en “Horizontes” y “Claridades”, así como en otros quincenarios de la época.
Como maestro dictó cátedra principalmente por las aulas del colegio San Carlos de Monsefú y el glorioso “San José” de Chiclayo, en cuyos lugares dejó su inmensa huella –además- como poeta y ser humano. Detestó desaprobar a sus alumnos, hacía lo imposible por terminar como el malo de la película.
Una vez, un empleado administrativo del colegio “San José” fue a su encuentro y le dijo que el director quería hablar con él. “Profesor Delgado, estoy revisando su registro de calificaciones y hay un error grave que debe usted solucionar. Yo sé que no le gusta “jalar” a los alumnos, pero cómo es eso de poner 18 a un estudiante que ya falleció ? ”, dijo la autoridad educativa. Entonces nuestro personaje, con esa hilaridad que lo caracterizaba, replicó: “No se preocupe director, ese es mi homenaje póstumo para ese buen muchacho”, ante la risa de todos los presentes.
En otra ocasión algún delator comunicó a la dirección del plantel sobre un estudiante que había llegado tarde y fue autorizado por el profesor Delgado a ingresar por una de las ventanas. De hecho fue llamado a descargar esa acusación, pero él sin inmutarse respondió: “Es mejor que entren por la ventana a que salgan por ahí. Deje que ese joven estudie, está interesado en ser mejor persona que su confidente”, se justificó medio en broma, ante la mirada del director, quien un tanto sonriente volvió a escuchar al trovador : “El humor es una filosofía de la vida”.
Por eso fue muy querido Alfredito, por eso sus alumnos y amigos lo recuerdan. Por su carácter bonachón; por eso lo recuerda su familia y su querido Monsefú.
En este cuarto aniversario de su óbito, mis recuerdos para el autor del himno a Monsefú. Tal vez allá en el cielo, debe estar saboreando un rico cevichito, o ese aguadito con chancho que hacía su madre, ó doña Alicia; o quizás –este dulcero por excelencia- esté degustando un arroz zambito o ese dulce de ciruelas.
Quiero cerrar esta crónica con una anécdota de Carmelita, quien evocó los días de su infancia en que su padre acostumbraba llevarla de la mano para que ella – toda “mataperra” y traviesa- se bañara en la acequia que estaba detrás de la estación del tren. “No creo que haya sido su engreída, nos quería a todos por igual, pero cuidaba de mí un poco más, tal vez por mi carácter de “palomilla”. Pero añoro esas vivencias, su consentimiento, sus ganas de mimarme. Siempre estuve a su lado, hasta los últimos instantes de su vida, fue a mí a quien lanzó esa tierna mirada mientras besaba su frente. Fue a mí a quien dijo…adiós para siempre, lo atisbé en sus ojos, esos que a los pocos instantes, se cerraron para siempre, en su lecho de muerte”. (LCG)
domingo, 9 de septiembre de 2012
12 de setiembre de 1,992: el ocaso de SL y el nacimiento de un Héroe monsefuano
La vida es una caja de Pandora. Es un recinto lleno de sorpresa, de alegrías, tristezas y una amalgama de posibilidades. A ello yo le adiciono una frase sabia: “Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo”. Por eso, cuando alguien se comunicó conmigo para pedirme un favor, no hesité un solo instante y en mi intrínseco ser, dije, es mi oportunidad. Además no todos los días tenemos el honor de recibir una comunicación de un HEROE NACIONAL…y yo, tuve ese privilegio.
Monsefuano de nacimiento y un orgullo nacional, el comandante Guillermo Bonilla PNP me pidió editar su libro, aquel que revelará los secretos mejor guardados de un grupo de “sabuesos” detectives que tras ocho años de paciente trabajo de inteligencia, coronó con éxito un 12 de setiembre de 1,992, la captura de Abimael Guzmán Reynoso, el indiscutible líder del grupo terrorista que más daño le hizo al Perú y los peruanos.
El mundo entero reconoció el impecable trabajo de los policías peruanos que limitados de material logístico, tuvieron destreza para crear una original estrategia que los llevó a desentrañar a una organización clandestina con equivocada ideología que llenó de terror y violencia el Perú con un saldo nefasto: más de 25 mil muertos, unos 12 mil desaparecidos, 25 millones de dólares en pérdidas materiales y cerca de un millón de peruanos que emigraron principalmente a los alrededores de Lima, huyendo de un manto de sangre y fuego que se desató en sus agrestes poblados de Ayacucho, Puno, Abancay, La Libertad, etc.
El comandante Bonilla acaba de ser portada de la influyente revista “Caretas”, que reconoce su eficaz participación en la captura de Abimael Guzmán. A 20 años de esa proeza que nos devolvió la calma y la tranquilidad debemos reconocer – en vida- a este valiente monsefuano que cuando estuvo al mando de la comisaría de Monsefú hizo un impecable trabajo socio-policial. Y ahora que Monsefú agoniza en una vorágine de violencia y hechos que contradicen sosegados recuerdos, debemos hacer gestiones para recobrar a Guillermo y que nuestro pueblo recupere ese pacifismo y brillo de antaño. Siempre dispuesto a poner el hombro, nuestro héroe me ha confesado una y otra vez que está dispuesto a tomar las riendas de la dependencia policial.
A continuación, algunos párrafos del libro del comandante Bonilla. Es un trabajo que quedará imperecedero, un libro que pronto saldrá al público y que todo peruano y monsefuano deberá tener en sus hogares. No solo para homenajear a nuestro adalid de la justicia, sino también para enterarnos lo que muchos jóvenes –que nacieron después de los años 80 – y otros desentendidos – desconocen lo que hicieron mentes descarriadas. Nos despedimos hasta la próxima, con una frase de Gandhi : “El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho de destruirla ( Luis Castro )
“Desde niño y con mayor incidencia cuando estaba en la secundaria me gustaron las series policiales. Eso influyó definitivamente al elegir mi profesión. Descubrir crímenes y atrapar delincuentes formó parte del mundo de mis sueños, de saborear la cereza en el pastel. Apenas terminé mis estudios secundarios fui a Lima- desde mi natal Monsefú- dispuesto a hacer realidad ese viejo anhelo. Y a diferencia de muchos otros colegas que reciben la influencia de su familia al elegir su carrera, yo tuve a la televisión como la gran consejera.¡Y no se equivocó!.
No fue fácil, pero celebro esa feliz coincidencia de haber ingresado a la escuela de oficiales un 8 de julio de 1,983, el mismo día de mi onomástico. Y fui inmensamente feliz aquel 19 de diciembre de 1,986 al recibirme de alférez. Ya tenía la placa de detective de la PIP y esos sueños de niño dejaron de ser utópicos. Me recibí junto a otros doscientos cuarenta y cuatro flamantes oficiales PIP en las especialidades de investigación criminal, inteligencia, criminalística y administración policial. “
“Durante ese día, toda la noche y parte de la madrugada los senderistas llevaron a cabo numerosas acciones terroristas en varios puntos del país, especialmente en Lima. Destruyeron algunas torres de la red eléctrica que provocó apagones en muchos sectores de la capital. Tuvimos que constituirnos a verificar los primeros atentados y conforme iban pasando las horas, los lugares por verificar iban acrecentando.SL provocó una noche de terror y zozobra. Recién, dos días después, terminamos esta larga y agotadora tarea. Fue un gran bautizo aquella última noche de 1,986, sin champagne y panetón , pero sí con muchos abrazos de solidaridad entre los colegas y en lugar del famoso “Feliz Año nuevo”, lo cambiamos por ese grito que nos salió del alma: “Viva el Perú”.
“Uno de esos atentados terroristas, fue contra la fábrica textil NYLON ubicada en la carretera central del distrito de Vitarte. Cerca de las diez de la noche dos destacamentos armados de Sendero Luminoso, premunidos de armas de fuego, explosivos y combustible irrumpieron violentamente en el local. Fue un ataque sincronizado, tomaron como rehenes a todos los trabajadores e inmediatamente procedieron a realizar pintas y destruir parte de las instalaciones y las maquinas de producción.
Los terroristas, antes de darse a la fuga rociaron gasolina y prendieron fuego, logrando su objetivo de sabotear la producción textil. El conocimiento de las instalaciones por parte de los trabajadores permitió que se pusieran a buen recaudo, evitando daños personales y una tragedia de magnitudes. Los bomberos se hicieron cargo de apagar el incendio y la unidad de desactivación de explosivos de la Guardia Republicana recogió algunas bombas que no habían detonado".
"Iniciamos las pesquisas en las destruidas instalaciones y obviamente en sus alrededores con el objetivo de hallar evidencias. Ubicamos varias galoneras vacías que según la versión de un testigo habían sido traídas por los senderistas. Al mirar detenidamente aquellos depósitos pude discernir que todas eran de plástico, de diferentes colores, pero que una de ella había sido fabricada con material de aluminio. En este tipo de investigaciones cualquier mínimo detalle puede resultar una gran evidencia y entonces hice un rápido análisis. “Es probable que el combustible fue comprado cerca de aquí”. Entonces supuse que algún empleado de los grifos de los alrededores podría proporcionar cierta información. Ahí probablemente tendríamos la primera pista y en compañía de dos compañeros de mi promoción cogimos la singular galonera y salimos en busca de confirmar las sospechas”
“.Los miembros del grupo “Delta 3” empezamos a tocar puertas y preguntar por el cerrajero Inti. Premunidos de indumentaria adecuada ingresamos a una zona donde existían precarias viviendas y nos mezclamos con la población. “Tal vez conoce a un hombre que hace puertas y ventanas de fierro. Le dicen Inti y me lo han recomendado porque trabaja bien y tiene cómodos precios”, era el comentario que hacíamos cuando alguna persona salía a nuestro encuentro. Media hora después la búsqueda dio sus frutos y alrededor de las diez de la mañana ya sabíamos la ubicación de su vivienda.
Entonces coordinamos un desplazamiento estratégico y sorprendimos en el interior de su casa al subversivo. Inicialmente intentó negar cualquier vinculación con SL pero con las evidencias recopiladas a través de los testigos y algunos manuscritos que encontramos en su casa admitió su vinculación y participación en el atentado a la fábrica Nylon".
“Inti”, jamás pensó que era vulnerable de ir a prisión. Pero las evidencias lo implicaban directamente y entendió su difícil situación legal. También reconoció que había puesto en riesgo la estabilidad de su familia. Todo esto jugó a nuestro favor para que este subversivo proporcione la información que requeríamos. Sus cómplices, cuatro de ellos, también vivían en ese barrio marginal y al ser identificados decidimos solicitar refuerzos para - con un poco de suerte- aprehenderlos a todos. Y así fue, uno a uno fueron cayendo. Estaban dentro de sus casas haciendo alguna labor doméstica. Para ellos fue una total sorpresa la aparición del enorme brazo de la justicia que había llegado para hacerles morder el polvo de la derrota”.
“Fueron detenciones totalmente limpias, sin un solo disparo. Nadie salió herido y los subversivos aceptaron su participación delante de sus familiares, muchos de los cuales negaban haber conocido alguna vinculación criminal de su pariente. Los interrogatorios a los detenidos tuvieron un significado especial en mi novísima carrera policial. Junto a varios colegas, extenuados pero satisfechos por los resultados, concluimos que la paciencia y el trabajo perceptivo, así como la palabra bien empleada eran sinónimos de triunfo”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)