viernes, 29 de octubre de 2010
Los 122 años de Monsefú
Por: Luis Castro Gavelán
Monsefú cumplió el pasado 26 de octubre 122 años de elevada a la categoría de ciudad. Tuvo una celebración franciscana organizada por la municipalidad, muy diferente a aquellas jornadas de años anteriores donde había garbo y tradición, con un pueblo que masivamente participaba y hacía suyo el homenaje a la tierra del héroe Diego Ferré. La falta de calor humano era notoria por doquier, tan igual como la pobreza comunicacional que existe entre la ciudad y Lázaro Puicón, nuestro burgomaestre de salida.
Salvo la velada musical organizada por el colegio Carlos Wiesse, la presentación del libro del profesor Luis Castro Capuñay y el corso alegórico que ofreció el noticiero radial de Felipe Vallejo, se pudo contrarrestar esta indigente celebración que programó la comisión de festejos del municipio.
La satisfacción de retornar a la patria chica fue colapsada por el panorama que encontré aquel domingo 24 de octubre. Todo un fiasco, toda una decepción hallar calles oscuras, la plaza de armas sin iluminación por falta de pago; con una amenaza de protesta de los trabajadores de la limpieza impagos también en algunos acuerdos. Entonces el saludar a muchas personas también provocó en mí cierto coraje cuando acusaron a un policía de apellido Alvarado de extorsionar taxistas, de tener carta libre para “coimear” y abusar de mis paisanos.
Pero el negro panorama tenía que ser revertido a favor de Monsefú y esa era mi misión. Por eso al día siguiente junto a valiosos monsefuanos y mi familia, llevamos adelante la presentación del libro “Monsefú, memorias de un pueblo líder”, tomo II . Y se cumplió por todo lo alto, con un lleno total, con la respuesta masiva de personalidades y profesionales que luciendo sus mejores galas participaron del acto que enalteció a la “Ciudad de las Flores”.
Agradezco a Dios y a todos los presentes por tan digno evento. Hubo calor humano, se respiró aires de solemnidad; la confraternidad y el sentimiento monsefuanista estuvieron entrelazados y enarbolaron un mensaje claro y preciso: cuando hay dirección y organización las autoridades sobran , el pueblo tiene capacidad de enfrentar los retos que el destino tiene para Monsefú.
Los aplausos, la decidida participación de los asistentes a todo lo programado y la masiva entonación del himno cuya letra pertenece a José Alfredo Delgado y su música a José Escajadillo así lo confirman. “elevemos nuestro himno de gloria…por un nuevo y mejor Monsefú” fue el coro que vibró en las gargantas de los asistentes que al final gritaron un ¡Viva Monsefú! y sellaron su arenga con un ¡Salud! ,sazonado con una copa de peruanísima algarrobina.
Mi agradecimiento reiterado a todos los asistentes a ese evento cultural, al ingeniero Manuel Casas, Angel Pejerrey; Angel Bartra ,padre. Lázaro Puicón, la alcaldesa Rita Ayasta,Teodoro Custodio Diez, Máximo Túllume, Walter Llontop, Omar Cigueñas, los hermanos Oscar y Enrique Kant, el doctor Víctor Yaipén, a Javier Castro ,alcalde de Leonardo Ortiz. Mi reconocimiento a todos los familiares y amigos cercanos que con su presencia establecieron que corren en la misma línea de amor por Monsefú.
La paupérrima serenata a la ciudad fue el preámbulo de lo que aconteció en el día central. Si la presentación del libro de mi padre fue una actividad dinámica y matizada con ribetes de sentimiento y elegancia; todo lo contrario ocurrió con la sesión solemne de aniversario de la ciudad. Escaso público, poco para destacar.
Fue la tribuna que utilizó nuestro alcalde Lázaro Puicón para intentar convencer a los presentes que su gestión tiene nota aprobatoria. Enumeró obras y basó la solidez de su gestión en la nueva carretera a Chiclayo y las lagunas de oxidación que todos sabemos no son totalmente de su autoría y tienen participación directa del gobierno central.
Lázaro condecoró a mi amigo Pepe Castillo en representación del Club Apóstoles. Luego a la carismática “Goyita” Chanamé que brinda espectáculo al bailar marinera con una botella en la cabeza y finalmente distinguió a mi padre por la presentación de su libro. Después fue con su comisión a celebrar al restaurante “Los tiburones” mientras las calles sucias y el parque central a oscuras esperaban su turno .Nuestro alcalde siguió celebrando a su modo los 122 años de Monsefú.
Pero Monsefú es más grande que sus problemas. De eso no cabe duda y mientras exista el misticismo que comprobamos en el evento cultural del 25 de octubre, Monsefú seguirá rumbo al deseado anhelo de sus hijos: provincia ,sí provincia de Lambayeque.
Leyendas:
Foto 1 :
El alcalde Lázaro Puicón distinguió al profesor Castro por su aporte a la cultura de Monsefú.
Foto 2 :
La familia Castro Gavelán en pleno, luego de la exitosa presentación del libro.
Foto 3 :
Un excelente público que gozó y deleitó con el evento cultural.
Foto 4 :
Un saleroso tondero que gustó a los asistentes.
Foto 5:
La mesa de honor durante la presentación del libro “Monsefú, memorias de un pueblo líder”,tomo II
Foto 6 :
Doña “Goyita” Chanamé haciendo de las suyas en su especialísimo baile de marinera.
Foto 7 :
César Flores y Felipe Vallejo durante la entrevista que mi padre tuvo en radio “La Norteña”.
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Los aplausos a todos los monsefuanos que apoyan el bienestar de nuestra tierra , en especial a mi querido y maestro Luis Castro Capuñay por el gran aporte que brinda a la cultura de nuestro Monsefú.
ResponderBorrarFelcitaciones y Dios colme de bendiciones su camino.
Gracias Juan por compartir tus sentimientos y esos deseos para con mi padre.
ResponderBorrarLuis Castro G.
Que bomboncito la chica de blusa blanca y saco verde agarrando la cartera. Slds a los monsefanos desde argentina.
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