lunes, 8 de noviembre de 2010

El éxito de "Estirpe monsefuana"








Por: Luis A. Castro

Los días han pasado y aún sigue vivo en las retinas de casi cinco mil personas todo lo acontecido en la segunda edición de “Estirpe monsefuana”, un lindo final para recordar los 122 años de la elevación de Monsefú a la categoría de ciudad.
A base de entusiasmo y amor propio, cientos de monsefuanos congregados en instituciones educativas e instituciones representativas de calles y barrios ganaron las calles para expresar con cuadros costumbristas la riqueza tradicional de nuestra ciudad ,todas aquellas expresiones que ya constituyen un patrimonio diferenciado de la “Ciudad de las Flores”.
Su promotor, el colega Felipe Vallejo ,enarboló el costumbrismo monsefuano que nuestro alicaído Fexticum está dejando de hacer y “Estirpe monsefuana” mostró rasgos que jamás deben morir; usos y costumbres que patentizan la riqueza de nuestro folclore , manifestaciones inherentes de nuestra patria chica que hacen llenar de orgullo a quienes vivimos lejos .
A través de las ondas de radio “La Norteña”, Felipe y los colaboradores de “La verdad es noticia” entusiasmaron a la población para participar voluntariamente del desfile costumbrista. Y la premisa de que las autoridades sobran cuando hay amor propio por el terruño se hizo evidente. Hombres, mujeres y niños dijeron sí a la propuesta de Felipe, embanderaron las calles y prepararon sus cuadros folclóricos.
Fue una lección de dignidad ante la indiferencia de nuestras autoridades que pecan de inanición. La gente entendió el mensaje, puso a disposición de la ciudad su valioso tiempo e incluso gastó sus centavos para presentar estampas llenas de arte, exposiciones que rescatan detalles que jamás deben morir , como la que aquellos personajes que salían por las calles para ofrecer las deliciosas “panquitas de life”, la famosa “poda”; o la vendedora de leche que esta vez pregonó una monsefuana de corazón , mi cuñada Daniela, quien se robó el corazón de la gente con su sencillez y naturalidad . Oriunda de Rumanía, ella encandiló con sus movimientos de marinera y sus gritos “leche fresquita caserito, purita.”.Incluso bailó nuestra danza típica con un caballero ilustre, nuestro inacabable Oscar Kant.
Representantes de “Los Barrantes”, “Nazareno Cautivo” y otros barrios llegaron con sus carretas “vendiendo agua”, “ofreciendo alfalfa”,“ repartiendo verduras”. Mención especial a los callancanos que encabezados por la alcaldesa Rita Ayasta mostraron un cuadro relacionado con el cerro “San Bartolo”, un lugar imperecedero, cuna del nacimiento de Monsefú.
También se hicieron presentes pobladores de Pómape,Larán,Cúsupe,Los Algarrobos y otros tantos caseríos que nos regalaron lo mejor del folclor monsefuano.También participó un vecino tocando el añejo pianito ambulante, aquel instrumento que amenizaba fiestas de las mejores familias monsefuanas en la “quinta” Capuñay ; ó en hogares de los profesionales de la época.
Interpretaciones de un matrimonio o bautizo a la usanza monsefuana también nos hicieron sentir , por lo que la población retribuyó el gesto y talento de los actores con sonoros aplausos. Y esta crónica no puede dejar de mencionar a las atractivas ex señoritas Fexticum, aquel ramillete de reinas que moviendo el pañuelo y enseñoreadas con sus movimientos de marinera hicieron un recorrido para el recuerdo. Algunas de ellas sin prejuicio alguno ofrecían por las calles nuestra bebida de bandera, la deliciosa “chicha”, y la gente correspondía a esas invitaciones sin menoscabo alguno, como mi prima Liliana Escajadillo.
La gente gozó, se divirtió e hizo la promesa de seguir valorando lo nuestro. Monsefú es más grande que sus problemas.
Por eso mi pedido especial para hacer eco al deseo del doctor Jacinto “chito” Custodio ,de mantener vigente la tradicional estampa de “Los negritos”, esa escena que alegra y motiva las fiestas navideñas. ”Los Negritos” es una expresión del costumbrismo monsefuano , un lujo de nuestro patrimonio cultural diferenciado.
Este artículo está graficado gracias a la contribución de Iván Garnique y su padre; al igual que mi primo Marcos Guevara. Para terminar, no se olviden que…”Usted es de Monsefú, créalo y… siéntase orgulloso”.

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