domingo, 5 de agosto de 2012

Carta abierta a la alcaldesa de Monsefú


Cuando en enero del 2011 usted juramentó por segunda vez como alcaldesa de Monsefú, mi pueblo le dio una oportunidad más y la blindó con su confianza. Era la ocasión de su vida para pasar a la historia. No estuve de acuerdo con su reelección pero respeté la relación atávica de mis paisanos. Recuerdo que le di el beneficio de la duda y alenté con un artículo a olvidar su pasado para reinsertarse con la gloria que le regala su conciencia plácida y sosegada.

Pero un comentario del propietario de radio “La Norteña” me hizo escribirle esta carta: “A veces Luchito mi corazón llora en silencio.Cada día se está matando lo nuestro, nuestra autoridad se rodea de gente que no aporta nada, por eso estoy criando gatos para llevarlos al municipio y que desaparezcan todas las ratas que hay en la comuna, me duele lo que está pasando en nuestro pueblo”,me dijo César Flores.
No soy negativista ni mucho menos pierdo mi tiempo haciendo críticas sin sentido,pero hay cosas que usted está haciendo y tal parece que la primera plaga que ha llegado a Monsefú usted la está auspiciando con su irascible proceder, que a veces bordea con lo salaz.
“Asegúrate Rita de escuchar las quejas y sugerencias de los ciudadanos, y analízalas con tus asesores. Sé frontal y no apliques la “moda de la mecedora” que hizo mucho daño a tu primera gestión. Actúa con la verdad,la justicia y la vida, como siempre pregonó una dama que es familiar directo tuyo, nuestra recordada Victoria Giles. Toma en cuenta el turismo como eje de desarrollo .Monsefú es un potencial turístico por excelencia”…son algunas de la recomendaciones que le hice como monsefuano allá por el mes de enero del 2011.
Pero lo que usted prometió en entrevistas radiales apenas fue ungida burgomaestre se lo llevó la ventisca a los pocos meses. Ahora en el 2012 ya luce obstinada,tozuda y rolliza con el poder. No hablo de malos manejos, tampoco de concupiscencia, pero sí levanto la voz por su afán desproporcionado de creerse “la última chupada del mango”, de hacer oídos sordos a los reclamos de la población, de ignorar sugerencias y creerse dueña de la verdad, aunque a través de los medios que la apañan usted muestre sus dotes histriónicos con una personalidad dulce.
Le pregunto, hay algún avance con el tema de la seguridad ciudadana?. Podemos afirmar que el Fexticum es ya una feria en franco ascenso?.Se ha solucionado el problema del transporte?...el mercado ya dejó de ser un dolor de cabeza?.¿Cuántas de sus promesas electorales son ya una realidad?.Señora alcaldesa, cuando usted dijo “Sí, juro”, se comprometió a un trabajo que desde ya tenía una pesada herencia con lo hecho por Lázaro Puicón. Usted sabía que Monsefú era y sigue siendo una “papa caliente”, pero su ambición por el poder no tuvo límites.

Ahora ha cambiado sus regalitos electorales por la indiferencia a quienes le dieron el voto, muchos de los cuales sufren de su déspota manera de tratar. La violencia y la ola delincuencial han crecido en un treinta por ciento con relación al régimen anterior.¿ Sabe usted que los escasos delitos de abigeato han cambiado por verdaderos atracos a mano armada muchos de ellos seguidos de violación a sus víctimas?
Ni qué decir del último Fexticum.Un amigo americano fue a conocer mi pueblo y dijo que los baños era los mismos que halló en un pueblo joven de Lima, unas letrinas de mala muerte.Su esposa perdió un taco de su zapato; él ingresó al campo ferial con zapatos negros y salió con unos de color marrón. Evito mayores comentarios-nefastos ellos-, y le pregunto…a dónde quiere usted llevar el Fexticum, porqué no se trabaja con antelación, porqué trabaja usted al llamado “caballazo”. Esa bendita actividad que fue fuente de inspiración de cientos de ferias en el país está en debacle. Y en este párrafo quiero pedir disculpas a esos honorables deportistas que llevaron la antorcha de la inauguración, que una y otra vez dieron vueltas como trompos esperando que alguna autoridad saliera a su encuentro , mientras el multifacético Eugenio Larrea desgañitaba y trataba de maquillar la situación.Qué desencanto para esa docena de estudiantes que no tuvieron más remedio que apagar la antorcha y volverse cabizbajos al local municipal.

Tengo muchas denuncias en su contra, pero las voy a guardar para otro momento. Trate de cambiar, busque mejores asesores, lo peor que le puede pasar a una autoridad es rodearse de adulones que le maquillen la situación y le pinten pajaritos. Señora alcaldesa – repito otra vez -, usted es una figura política y debe testimoniar siempre honradez, carisma, intelecto, credibilidad, empatía, tanto en su forma de hablar como su forma de actuar. Las acciones y omisiones que usted haga cuando dialoga con una persona juegan un papel importante a la hora de analizar su perfil y por lo tanto van a redundar en su intención de lograr consenso, popularidad y apoyo social. Busque apoyo y mejore su imagen.
Hay muchos profesionales con los que usted puede hacer una mesa de concertación .Muchas cabezas piensan mejor que una y al final usted es la alcaldesa y es usted quien pasará a la historia. Las personas que le pueden servir de acicate solo van a apoyarla por amor a Monsefú y no buscan la gloria. Se lo digo por si cree que la van a opacar y eso es lo que usted execra. Rita es su nombre y emotivamente usted debe ser amable y condescendiente; suave y sagaz. Pero se muestra expresivamente como un ser superior.

En esta carta no quiero echarle toda la culpa por lo que acontece en mi Monsefú. También tienen la culpa los pobladores que ahí viven y que no contribuyen con el ornato de la ciudad, que no colaboran para hacer las rondas vecinales y por el poco espíritu de algunos profesionales en no participar en política. Qué bueno que el gobierno central acaba de promulgar el nacimiento de una escuela para capacitar a los ciudadanos en temas de administración y gestión pública. Así no habrán más funcionarios que no sepan en qué año fue la Independencia del Perú o que desconozcan acerca de la fundación del Fexticum.

Señora alcaldesa, queremos tener planes de desarrollo, una política integral, identificar los álgidos problemas y priorizarlos, consolidar un sistema de concertación que monitoree y evalúe. Debemos apostar al fortalecimiento de la sociedad civil y a la ampliación del espacio público como tareas políticas esenciales para la construcción de una sociedad cada vez más democrática, pluralista y equitativa.
Atentamente,un monsefuano que aún lejos, añora al pueblo líder que construyeron otroras autoridades y que me enseñaron amar a la “patria chica”.
Luis A. Castro Gavelán