Escribe:
Luis A. Castro Gavelán
Nació como una alternativa ciudadana a la letanía de las autoridades para festejar la creación de Monsefú como distrito, y ahora se ha erigido y fortalecido como la reserva socio-cultural de los usos y costumbres de la “Ciudad de las Flores”.
Fue denominada “Estirpe monsefuana” gracias a los diálogos e intercambio de apreciaciones con la profesora Tania Angulo, pero el empuje y abolengo que ahora tirios y troyanos reconocen a este soporte de la tradición peruana, se debe a un incansable Felipe Vallejo, su creador.
Felipe es un gordito bonachón, que juega con las palabras y convence, dirige un programa radial con aceptable audiencia y poder de convocatoria. “Cuando me di cuenta que el entonces alcalde Lázaro Puicón no había planificado nada para festejar el aniversario de la ciudad, me propuse hacer una especie de corso, un desfile de carros alegóricos, que año a año goza de respaldo”, dijo Vallejo.
Y así, con voluntad y espoleado por voluntarios que fueron sumando día a día, Vallejo mostró agallas para llevar a cabo la primera edición de “Estirpe monsefuana” en octubre del 2009. El éxito fue rotundo. Sin dinero pero rico en entusiasmo, el proyecto fue real, una verdadera cachetada al trabajo laxo de las autoridades municipales.
El pueblo tuvo su fiesta, el pueblo gozó con esa expresión de identidad nacional donde las cholas y los cholos enseñorearon sus pañuelos al aire para confirmar que el individuo que no acepta su cultura ni sus tradiciones, es un individuo influenciado por la ignorancia. Representantes vecinales, campesinos, trabajadores artesanales y danzantes de peruanismos ritmos desfilaron entre aplausos y gestos afables.
Pasaron los años y “Estirpe monsefuana” fue creciendo, y sin quererlo, se ha convertido en una especie de sombra que no pretende opacar a la Fexticum, pero sí quiere demostrar cómo se pueden hacer grandes cosas cuando hay una sinergia de imaginación, amor por lo nuestro y toneladas de voluntad.
“Estirpe monsefuana” se ha ganado a puro pulso el prestigio de ser una reserva cultural de las tradiciones y costumbres de los monsefuanos, forma parte de la identidad de los cholos de apellido Flores, González, Capuňay, Llontop, Chafloque, Custodio, los Torres, los Cuyate y tantos otros apellidos que orgullosamente llevamos por la gracia de nuestros ancestros.
Y para corroborar el éxito de esta gesta reivindicativa este sábado 29 de octubre Vallejo y sus voluntarios de lujo han programado “Estirpe monsefuana” para conmemorar los 128 años de Monsefú, de elevada a la categoría de ciudad. Este año la celebración será a lo grande. El poder de convocatoria de esta actividad cultural es tal que han confirmado su asistencia delegaciones de casi todo el país, personas que nunca olvidan de donde vienen ni a dónde van, personas que reconocen el valor de lo nuestro.
Se presume la participación de unas tres mil personas que acudirán con sus indumentarias tradicionales. Ahí estarán desfilando estudiantes, universitarios, campesinos, representantes de caseríos como Pómape, Cúsupe, Vallehermoso, del poblado menor de Callanca, de Larán; vecinos de Ciudad Eten, Reque, Santa Rosa, Pimentel. También monsefuanos que viven en todo el país y que agrupados en instituciones y comités, vienen para confirmar que son dignos de pisar el suelo donde nacieron.
También han garantizado su presencia bandas típicas, bandas de músicos escolares y profesionales, incluso de la Fuerza Aérea del Perú, que con sus coloridos uniformes y esa pegajosa música divertirán a los participantes y el numeroso público que colmará las calles Mariscal Castilla, 28 de Julio, la plaza de armas, la avenida Venezuela y el estadio municipal.
Cuando una fiesta nace del pueblo, todo trascurre en olor a algarabía, todos contribuyen, todos se contagian y todos hacen eco a la riqueza y peruanidad de este país que quiere seguir creciendo sin negar sus raíces. Por eso las ex señoritas Fexticum ya preparan sus vestidos para decir presente, los negocios ayudan con comestibles y bebidas para los participantes, muchas autoridades del circuito mochica ya confirmaron su presencia. Y ahí estará una dama campesina, de esas que los concurrentes no dejarán de aplaudir. Ella, doña Eusebia Torrez del caserío Vallehermoso, irá con su indumentaria de chola monsefuana regalando choclos que está cosechando en su pequeña chacra. “Ya no voy a desfilar por la ciudad para ser usada políticamente por los candidatos. Voy a desfilar con orgullo de ser chola monsefuana”, dijo doña Eusebia.
Monsefú se prepara con entusiasmo. “Estirpe monsefuana” es la fiesta del pueblo y para el pueblo, es el gozo de los orgullosos cholos que atesoran lo suyo. La riqueza costumbrista que heredamos se conquista con eventos como “Estirpe monsefuana” que revindica lo nuestro y nos hace reflexionar que ese costumbrismo, esas tradiciones que heredamos, huelen a eternidad. (LCG)