domingo, 5 de octubre de 2014
Ilusiona el futuro de Monsefú: ganó Bartra
Escribe: Luis A. Castro Gavelán
El pueblo es el soberano juez y ya dictaminó. Miguel Angel Bartra Grosso es el nuevo alcalde de Monsefú y las esperanzas acrecientan entre quienes creemos que nuestra norteña ciudad, de más de 35 mil habitantes, está estancada en su desarrollo; y que ha llegado el momento de reverdecer laureles, de tomar el protagonismo que hace años nos es adverso.
Unos 24,000 electores tomaron la decisión con valentía y por eso una multitud celebró alborozada esta buena nueva, y el experimentado burgomaestre, procedente de una familia de políticos y abogado de profesión, asumió jubiloso este reto de redimir a un pueblo enfermo, que convalece entre la inseguridad, la desorganización, la ignominia y el rezago en obras públicas.
Bartra ocupó el primer lugar. En la segunda posición se ubicó el Partido Aprista Peruano y tercero fue el Partido Frente Amplio, que lidera el Dr. Jorge Gonzáles. Un resultado idéntico al pronóstico que auguré en mi anterior entrega. Más atrás fueron relegados Rita Ayasta y Lázaro Puicón.
Desde los primeros días Bartra debe actuar con sensatez y tender la mano a todos los candidatos perdedores. Integrarlos y asimilar las mejores ideas de sus planes de gobierno es un buen síntoma. Así los electores sabrán que por delante tenemos a un buen administrador, con capacidad de manejo y simpatía. La contienda política ya es cosa del pasado; las diferencias, enemistades y mezquindades ya no tienen cabida.
Alrededor de un centenar de llamadas telefónicas hechas a amigos y conciudadanos, caracterizados por su amor a la tierra que nos vio nacer, calificó como prioridad la puesta en marcha de un sistema de seguridad que devuelva tranquilidad a la población y permita que los cientos de turistas que cada día nos visitan se envuelvan en un ambiente de diversión culinaria y sosiego.
Acto seguido hicieron una urgente sugerencia. Tomar el toro por las astas en los temas de alumbrado público y los servicios de agua y alcantarillado. Luego ordenar el tráfico de mototaxis. Estas tareas deben ser compartidas con su cuerpo edilicio, otorgar responsabilidades y respaldar su trabajo. Gobernar es congregar y no disociar. La política es el arte de dialogar para construir consensos.
Luego de algunos meses de conocer la realidad económica-administrativa del municipio, Bartra Grosso necesita perfilar sus obras de infraestructura que tanto esperan los ciudadanos. El gran centro cívico, un moderno mercado de abastecimiento, un complejo deportivo acorde a los intereses de nuestra juventud monsefuana; y una acondicionada biblioteca que dibuje sonrisas de satisfacción entre sus concurrentes.
Darle un valor agregado al Fexticum es otra tarea, y para ello hay que rodearse de gente con visión empresarial. Buena parte del éxito de esta feria redundará en impuestos y ganancias para el municipio, los restaurantes de comida típica y nuestra atractiva rama de la artesanía.
Señor alcalde Miguel A. Bartra, usted cuenta con un respaldo masivo y le pido por nuestro convaleciente paciente llamado Monsefú, que no tenga miedo a morir, tenga miedo a no intentarlo (Jay Z). Le dejo una frase de aliento, pero también de compromiso, una frase del británico Winston Churchill que encierra el deseo de quienes creen en usted: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Dios lo bendiga Sr. Bartra, la “pequeña patria” está ilusionada. (LCG)
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